
La Blefaroplastia, ya sea superior, inferior o total, es una de las cirugías estéticas más solicitadas a nivel mundial debido a su capacidad para mejorar la apariencia de los ojos y el rostro en general. Este procedimiento tiene como objetivo eliminar el exceso de piel, grasa o músculo de los párpados, lo que ayuda a devolver un aspecto más joven, descansado y fresco. A lo largo de los años, las técnicas utilizadas en este tipo de cirugía han evolucionado, con la incorporación de tecnologías avanzadas que permiten obtener resultados más precisos y naturales, además de reducir el tiempo de recuperación y las posibles complicaciones.
A continuación, detallamos las diferentes variantes de la blefaroplastia, sus técnicas modernas y los beneficios que ofrecen a los pacientes.
- Blefaroplastia superior
La blefaroplastia superior está destinada a corregir el exceso de piel y grasa en los párpados superiores. A medida que envejecemos, la piel de esta zona tiende a perder elasticidad, lo que da lugar a la formación de pliegues, arrugas y, en algunos casos, a la caída del párpado. Esto puede hacer que el rostro luzca más envejecido o incluso provocar una pérdida parcial del campo visual en casos severos de exceso de piel.
La técnica moderna utilizada en la blefaroplastia superior ha mejorado significativamente. Hoy en día, se emplean incisiones más pequeñas y precisas, situadas en el pliegue natural del párpado, lo que ayuda a minimizar las cicatrices visibles. Gracias a esta ubicación estratégica, las cicatrices tienden a desaparecer con el tiempo, lo que garantiza un resultado mucho más estético y natural.
- Blefaroplastia inferior
Por otro lado, la blefaroplastia inferior está dirigida a la corrección de las bolsas de grasa que se forman en los párpados inferiores con el paso del tiempo. Estas bolsas, que generalmente aparecen debido a la acumulación de grasa y la flacidez de la piel, pueden dar un aspecto cansado, envejecido o irritado, incluso cuando la persona está descansada.
Las técnicas modernas de blefaroplastia inferior han mejorado notablemente, especialmente con la incisión transconjuntival, que se realiza en la parte interna del párpado inferior. Esta no está indicada en todos los pacientes. Se indica en los pacientes que solo tiene bolas grasas, pero no tiene exceso de piel y musculo. Esto elimina la necesidad de hacer una incisión externa visible, lo que reduce el riesgo de cicatrices y mejora el resultado estético.
Uno de los mayores beneficios de esta técnica moderna es la posibilidad de redistribuir la grasa en lugar de eliminarla por completo, lo que evita una apariencia hundida o excesivamente tirante. Al mantener una cantidad adecuada de grasa en la zona, se consigue un resultado más natural y armonioso. Esta redistribución de grasa también ayuda a suavizar las líneas finas y las arrugas que pueden formarse en el área debajo de los ojos.
En los pacientes con exceso de grasa, y además exceso de piel y musculo es necesario una incisión que se esconde en la parte inferior de las pestañas, y que en el proceso cicatrizar se hace imperceptible luego de la recuperación.
- Blefaroplastia total
La blefaroplastia total es una combinación de la blefaroplastia superior e inferior, y está destinada a quienes desean tratar tanto los párpados superiores como los inferiores en una sola intervención. Esta técnica es ideal para aquellos que experimentan envejecimiento generalizado en la zona de los ojos, con caída de los párpados superiores y bolsas debajo de los ojos.
Una de las ventajas de la blefaroplastia total es que, al combinar ambos procedimientos, los resultados son más completos y ofrecen un rejuvenecimiento integral de la zona de los ojos, contribuyendo a una apariencia más fresca y descansada.
Beneficios de las técnicas modernas de blefaroplastia
Las técnicas actuales de blefaroplastia ofrecen una serie de beneficios notables que las hacen aún más atractivas para los pacientes:
- Cicatrices mínimas o invisibles: Las incisiones estratégicas han reducido significativamente el tamaño y la visibilidad de las cicatrices postquirúrgicas, lo que contribuye a un resultado mucho más natural.
- Menos tiempo de recuperación: Gracias a las técnicas mínimamente invasivas, el tiempo de recuperación se ha reducido considerablemente. Los pacientes pueden retomar sus actividades normales en pocos días, con menos hinchazón y molestias postoperatorias.
- Resultados más naturales y duraderos: Los avances en las técnicas de blefaroplastia han permitido obtener resultados más armónicos y naturales, lo que significa que los pacientes no tendrán un aspecto artificial o “tenso”. Además, los resultados suelen durar entre 10 y 15 años, dependiendo de factores como la edad y el cuidado postoperatorio.
- Mejora del aspecto general del rostro: No solo se mejora la apariencia de los ojos, sino que la blefaroplastia contribuye a un rejuvenecimiento general del rostro, proporcionando un aspecto más descansado, fresco y juvenil.